Su pasión por el yoga comenzó en el 2006, como terapia alterna a una lesión deportiva. Encontró en la constancia de llegar a su mat muchos beneficios como: fortaleza física, equilibrio y flexibilidad.  Más importante, encontró que su práctica  vino a ser un refuerzo a su  propia voluntad.  Esto gracias al ejercicio de permanencia entre cada una de las asanas (posturas),  a través de cada respiración y de fluir con armonía para obtener al final de la rutina satisfacción y calma.

Pronto le nació el deseo de querer ser profesional, y en 2014 se certificó como instructora de Power Vinyasa con GuatePower Yoga.  En los años siguientes complementó su formación con programas en el Baptitiste Insitute:  Art of Assisting  (2015)  Level One (2016)  Level Two (2017).

 En Guatemala participó en “40 Days to Personal Revolution” con su maestra y amiga,  Jamie Sherman.  Es desde entonces, que imparte clases en varios estudios, siempre siendo fiel a la metodología Baptiste.

Sigue transmitiendo sus clases con la misma pasión y alegría de sus inicios,  motivando a sus alumnos a fortalecerse pero sobre todo a crecer como seres humanos.

Ana Claudia esta casada con Ricardo, su compañero de colegio, con quien lleva 26 años juntos, tienen 4 hijos hombres y una hija mujer. Su familia es su principal ocupación y el motor  y la alegría de su vida. También es apasionada por la ayuda social,  y dirige desde finales del 2018  ASFEC, Asociación que apoya adultos mayores y a donar becas en educación para niños de escasos recursos,  en su amado país de Guatemala.  

Su trabajo y pasión refleja mucho su personalidad; una mujer coherente con sus valores  y que comparte su experiencia y lo aprendido con amor a todo el que se cruce en su camino.